domingo, 1 de noviembre de 2009

Lucas



Una vez leí de no recuerdo quién que solo se podía escribir bien de lo que no se conocía. Me pareció en su momento una frase genial de un genio. Pero tiene su trampa. Solo se puede escribir bien de la que conoces pero no comprendes, de lo que conoces demasiado bien diría yo pero se te escapa de las manos. Y tantas vueltas le das, y tantas noches te vuelve que al final decides dibujarlo letra a letra para ver si poniéndolo en fila le sacas algún sentido. Y al final a veces funciona…otras no, pero en el intento queda un esbozo extraño donde se ve alguna nebulosa sugerente.



En fin, voy a empezar a escribir lo que no conozco, esto se va a convertir en la vida desconocida de un tal Lucas. No sé si lo conocéis, desde luego yo no. Y si lo conocéis, más vale que dejéis de leer, esto ya no tendría demasiado sentido.



¿Quién es? Supongo que uno de estos tipos que se quita la chaqueta por la noche para sentir el frasco con todo, de estos que es capaz de mentirse a él mismo, y lo que es mejor, engañarse inocentemente, que se pone un chicle en la boca cuando se va a dormir, sabiendo que en 5 minutos lo va a tener que echar. Un tipo de los que se empeñan a leer mientras anda, de los que se proponen cosas sabiendo que nunca las va a cumplir, sin ningún remordimiento. Un tipo curioso que un día decidió preguntarse qué hacía ahí donde estaba…y se quedó sin palabras, sin saber que responder. Pero se la sudó y siguió andando por la calle, sin chaqueta y con gotas de lluvia entre los párpados.


(seguirá)

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