viernes, 1 de enero de 2010

Lucas, su Año Nuevo



Qué grande es la diferencia entre la esperanza y la expectación. Al principio creía que tenía que ver con el tiempo, que la esperanza era aguardar algo más lejano. Me equivocaba. La expectación tiene que ver con el cuerpo, mientras que la esperanza tiene que ver con el alma. Ésa es la diferencia. Las dos conversan, se animan o se consuelan, pero sueñan cosas distintas. Y he aprendido algo más. La expectación del cuerpo puede durar tanto como cualquier esperanza. Como la del mío, pensando en el tuyo. Expectante.

A’ida a Xavier. De A para X, John Berger

Qué bonita palabra para empezar un año: Expectante. Después de un sprint frenético para recuperar una uva retrasada por un ataque de risa, Lucas se pidió una buena dosis de consentidas expectativas y esperanzas. Y deseó a todos sus respetados y admirados otra más.

Feliz 2010 a quienes después de otro año sigan creyendo en las palabras, y sobre todo en las personas que las usa para decir lo que ellas no saben decir!

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