Hace poco un amigo le preguntó a
Lucas, y ahora ¿qué viene?
Lucas llevaba algunos días
pensando en ello, largos silencios le congestionaban la mente de pensamientos.
En aquel momento en que su amigo se lo preguntó, le pareció tan obvio que era una
pregunta estúpida, que calló con los ojos metidos en la ensalada.
La verdad que después de tanto
tiempo, las cosas habían cambiado. Las buenas palabras ahora iban al final, las
cesiones se convirtieron en objeciones, los poemas volvían a ser de los
trovadores de siempre con guitarra, las palabra sentaban mejor escritas, la
comunicación prohibida y la realidad paralela se convirtieron en casi una
válvula de escape necesaria que al final tenía efecto de succión, y por ahí se fueron
algunos de sus mejores momentos.
Lucas sentía como nunca la
oportunidad perdida, el momento de pensar en el momento, de ver que hay que
elegir una opción entre varias, sin vuelta atrás, indeleble, e irremediable. El
vértigo de la acción sin solución. Contaba hacia atrás para hablar, contaba y
callaba. Se volvía a cargar de coraje, volvía a contar y volvía a callar.
Respiraba hondo pero el silencio seguía saliendo de su boca a gritos.
Y ahora, ¿qué viene Lucas? Después
de este tiempo, ¿qué esperas? El amor se vive difícil. No se qué viene amigo,
pero algo tendremos que poner. Podríamos tal vez volver a poner las buenas
primero, trovar sin guitarra, mirar a los labios y hablar con los ojos, y vivir
la realidad de verdad.
Saps
amic, el que vam trobar mai morirà. Per què no intentar la vida que es merèix?
Ho intentem?
Eres brillante. Nadie escribe como tú. Como echaba en falta tus palabras. Haces creer a cualquiera
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