No sabía cómo decir, hacía mucho tiempo que Lucas miraba y callaba porque no sabía cómo decir.
Buscando encontró algo que tal vez dijese eso que quería decir: soy feliz. Y era feliz como nada, por eso no había metáforas que le acompañasen, ni contrapuntos, ni segundas voces, solo una felicidad que le caía encima. Pero esas palabras…
“Decían algo absolutamente insignificante o algo capaz de desquiciar una vida: no era posible saberlo, y eso le gustaba a Lucas”.
Ser feliz sin más ni menos...que suerte tiene Lucas...
ResponderEliminarCuéntame que te pasó
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Estaba, allá en la playa
jugando entre el agüita
pero vino una jaivita y me picó ¡ay, ay, ay!
pao pao, pao pao, pao pao...
P.D- M'encanta Monet, i este pont en qüestió (puente japonés). Té un estudi de color sobre este pont... inclús té un en colors càlids, quan ja estava quedant-se cego i la olla li patinava, que és ja expresionista...
Veo que Lucas sigue hablando alto y claro y viviendo la primavera.
La felicidad de Lucas moldea la felicidad del resto :) y eso me hace a mi feliz
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